En las últimas semanas hemos podido ver de nuevo la falta de productos alimenticios en grandes superficies y supermercados.
Esta vez el motivo no ha sido por crecimiento de incidencias en la pandemia (que aún no se ha ido), la razón es como ya todos conocemos, la terrible guerra en Ucrania.
¿Qué productos son más demandados tras la invasión de Ucrania?
El aceite de girasol se ha convertido en el protagonista en esta nueva fase donde el miedo se ha hecho de nuevo dueño de los consumidores.
Al ser un producto que se emplea para cocinar en nuestros hogares de forma frecuente y procedente de Ucrania, la incertidumbre de no saber cómo va a ser la producción, de dónde se van a adquirir, y cuál será su precio en un futuro no muy lejano, ha provocado su compra masiva.
Hay que tener en cuenta que el aceite de girasol no solo se emplea para freír, también para la elaboración de diferentes productos alimenticios, como las galletas, los dulces, la repostería industrial, los snacks… un hecho que preocupa bastante a los fabricantes y a los consumidores, pues la subida del precio de éstos ya es visible.
Otro de los productos que causan una gran preocupación son los cereales, pues muchos de ellos como el maíz venían de las tierras fértiles de Ucrania. Además de otros muchos, que son empleados para la alimentación de nuestro ganado vacuno, ovino, porcino y caprino.
La falta de abastecimiento de dichos cereales con los que se fabrica el pienso de la diversidad de ganados existentes en nuestro país, tendría consecuencias inmediatas en el mercado, pues el precio de la carne aumentaría, así como el de la leche y todos los productos alimenticios que se elaboran con ésta. De ahí la preocupación de los ganaderos, así como de los consumidores.
Todo ello unido al crecimiento incipiente del precio del combustible y de la luz, está elevando una suma de dinero que para muchos empresarios es insostenible.
Hasta ahora, la solución que proponen desde el gobierno central es el empleo del aceite de oliva (para consumo y elaboración de productos), pero el precio de éste (que ha incrementado ante la demanda, a falta de aceite de girasol) junto con la actual huelga de los camioneros, lo hacen poco viable.
La situación es pura incertidumbre, pues la invasión de Ucrania ha puesto en la mesa la relevancia de la falta de materia prima en España, así como la necesidad de un plan estratégico para que las empresas de logística, así como las de producción puedan mantener sus actividades sin que ello suponga un incremento de precios de los productos básicos alimenticios, ni pérdidas para ellos.