Uno de los aspectos que más cuidan los padres respecto a sus hijos es la alimentación. Y es que es fundamental que sea sana, completa y equilibrada, lo que pasa, entre otras cosas, porque apuesten por productos frescos para elaborar los platos que se toman en casa. No obstante, eso les lleva a muchos adultos a preguntarse si es adecuado o no usar también los alimentos congelados.
¿Tienes dudas al respecto? No te preocupes, sigue leyendo. A continuación, te vamos a indicar todo lo que necesitas saber sobre los congelados para niños.
Alimentos congelados, ¿sí o no?
Es cierto que, como hemos mencionado anteriormente, siempre se establece que los mejores productos para preparar cualquier plato son los frescos. No obstante, hay que tener en cuenta que los congelados también son una buena opción, más de lo que se puede llegar a pensar. Y es que mantienen muy bien sus propiedades si se han congelado cuando estaban frescos. Es más, también son una alternativa adecuada cuando se va al supermercado y se percibe que los que están frescos tienen un aspecto poco recomendable.
Ventajas de los congelados
Precisamente, quienes defienden el empleo de los congelados en la alimentación de los niños lo hacen sustentándose en las ventajas que esos tienen. Nos estamos refiriendo a algunas tales como estas:
Son una alternativa económica. Algunos de esos productos no se tienen que descongelarse previamente para ser usados en la cocina. Y eso es una gran ventaja cuando se va con prisa y hay que elaborar el almuerzo o la cena para los menores rápidamente.
No menos relevante es que los alimentos congelados, siempre que se hayan respetado unas normas básicas, consiguen mantener las propiedades nutritivas que tenían siendo frescos perfectamente. Es más, incluso hay estudios que indican que algunos alimentos que se hayan congelado de la forma correcta mantienen mejor sus citadas propiedades que los frescos que llevan varios días desde su recolección esperando llegar a su consumidor.
Es importante resaltar también que los pequeños parecen aceptar mejor determinados congelados que los frescos. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al pescado, que se presenta ya sin piel y sin espinas.
De la misma manera es fundamental saber que hay determinados productos que necesitan ser congelados para poder evitar que el pequeño pueda sufrir, por ejemplo, anisakiasis. Este sería el caso del pescado que no puede tomarse crudo sin antes haberlo congelado para “matar” los parásitos que provocan esa afección.
Además de todo lo expuesto, es fundamental tener en cuenta otros aspectos relevantes sobre los alimentos congelados, entre los que podemos subrayar los siguientes:
A la hora de comprar congelados, hay que hacerlo en un establecimiento de confianza y hay que adquirirlos justo antes de pasar por caja para que no se vayan descongelando. Además, hay que fijarse en que el envase no esté roto, presente escarcha o sus productos se encuentren apelmazados pues eso indicaría que se ha roto la cadena de frío.
Cuando se vaya a comprar productos congelados, es vital llevar o adquirir en el mismo establecimiento una bolsa isotérmica para que esos lleguen a casa en buen estado.
Es vital fijarse en la fecha de caducidad que tienen los congelados, para poder consumirlos antes de la misma.
Si se ha comprado cualquier producto y se desea congelarlo es fundamental que se haga siguiendo unas pautas. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al hecho de cortarlo en porciones para que así se pueda ir sacando poco a poco.
A la hora de congelar un alimento hay que tener claro que cada tipo se mantendrá en perfectas condiciones durante un cierto tiempo. Así, se establece, por ejemplo, que las hortalizas y las verduras se mantienen bien congelados durante un plazo máximo de 12 meses.
Para poder descongelar adecuadamente un alimento es fundamental que 24 horas antes de ser consumido se saque del congelador y se introduzca en el frigorífico para que se descongele de manera progresiva.
En ocasiones, si se ha olvidado descongelar un producto se opta por ayudar a agilizar ese proceso echándole agua caliente. No obstante, no se recomienda hacerlo porque pierde nutrientes.
Básico es saber que un alimento que se ha descongelado no se puede volver a introducir en el congelador.