• ¿Necesitas ayuda? (+34) 955 130 214
  • Polígono Industrial el Lirio 21710, Bollullos Par del Condado, Huelva
  • L-V: 8:00 a 15:00

A medida que el brote de coronavirus se ha extendido y su impacto humanitario ha crecido, los minoristas han intensificado sus esfuerzos para proporcionar a los consumidores bienes esenciales y, al mismo tiempo, buscar el equilibrio entre la protección de los empleados y la sostenibilidad económica de sus compañías.

La pandemia ha obligado a los minoristas a realizar esfuerzos urgentes para adaptar sus cadenas de suministro, ya sea revisando sus órdenes de compra y planes de comercialización o reasignando todo tipo de recursos (capital de trabajo, inventario, empleados, capacidad de transporte) a donde más se necesitan.

Sin embargo, para garantizar la supervivencia económica de dichas cadenas de suministro, tal y como indica la consultora McKinsey & Company, deben tomarse al menos cinco acciones inmediatas que permitan que la demanda de los consumidores se ajuste a su oferta durante el periodo de crisis sanitaria.

1. Proveedores: una demanda segura

La creciente demanda de bienes esenciales ha creado desabastecimientos en toda la red para algunos minoristas. En respuesta a la caída en la disponibilidad en el estante, los minoristas están trabajando en estrecha colaboración con las empresas en todas sus bases de proveedores, incluidos los fabricantes, distribuidores y co-fabricantes.

La prioridad principal para los minoristas que operan en las categorías de alimentos, medicamentos y masas (FDM) es asegurar un suministro rápido y confiable. Para ello los minoristas pueden:

  • Simplificar sus perfiles de SKU para reducir la variedad y aumentar las cantidades
  • Flexibilizar las condiciones de pago, ampliando los plazos de entrega y reduciendo los requisitos a tiempo y completos
  • Redirigir sus recursos, incluidos el capital y el personal, de categorías no esenciales a esenciales
  • Ante casos extremos, plantearse el retraso o la cancelación de pedidos

2. Operaciones de comercialización: redireccionar el inventario

A medida que los minoristas vuelven a calibrar sus pedidos de productos para alinearse con la demanda de los consumidores, deberán poner en cascada los cambios en las operaciones de compra, planificación y gestión de inventario.

3. Distribución: más capacidad, de forma segura

La distribución es el segmento de la cadena de suministro donde las tendencias de la demanda de bienes esenciales y no esenciales comienza a superponerse. Algunas compañías empiezan a reasignar a sus empleados actuales para tener más capacidad en categorías donde los productos se venden más rápido. Aunque desde el punto económico es adecuado, mantener a los trabajadores saludables debe ser una máxima de los centros de distribución, siendo necesaria la adopción de medidas como modificación de turnos o restricción del acceso a las áreas comunes.

4. Logística: equilibrio, agilidad y flexibilidad

Ahora más que nunca, mantener la flexibilidad de la logística es esencial para limitar la interrupción de los servicios esenciales. Lo mejor que los minoristas pueden esperar en este entorno restringido es asegurar la capacidad suficiente para obtener artículos esenciales en los estantes de las tiendas de manera confiable y rápida. Esto puede requerir algo de creatividad, sin mencionar gastos adicionales.

Estrategias que pueden adoptarse:

  • Simplificar los procesos de embalaje
  • Reducir al mínimo indispensable el número de intermediarios
  • Alianzas con distribuidores de sectores no esenciales para la utilización de sus flotas

5. Cumplimiento: la forma de entregar

El autoaislamiento y la cuarentena han contribuido a aumentos notables en las compras en línea y las entregas locales de bienes esenciales. Llevar un gran número de entregas a los consumidores en sus puertas y modificar las tiendas minoristas para facilitar las recogidas en la acera no son pequeños cambios, pero son necesarios para mantener la actividad durante este periodo.

 

FUENTE: CdeComunicación:Logística

Leave A Comment